Llamado a la Acción del
DIÁLOGO POLÍTICO DE MUJERES LÍDERES
EN EL ESPACIO LOCAL IBEROAMERICANO
Nosotras, alcaldesas, concejalas, regidoras, y diputadas de los gobiernos municipales y subnacionales de Iberoamérica, reunidas en la IV Cumbre Iberoamericana de Agendas Locales de Género, celebrada en la ciudad de Cuenca, Ecuador, del 15 al 18 de mayo de 2018.
Reconocemos la subrepresentación política de las mujeres como una de las manifestaciones de las discriminaciones y las desigualdades estructurales en las relaciones de poder, relegándonos de la toma de decisiones e invisibilizando, en consecuencia, nuestras necesidades e intereses específicos como mujeres frente a la forma de concebir el desarrollo de nuestros pueblos y naciones.
Constatamos que en América Latina y el Caribe existe un 13,4% de alcaldías gobernadas por mujeres, cifra que ha aumentado apenas un 5% en los últimos veinte años. Por otro lado, si bien las mujeres concejalas representan el 29,9% del total de concejalías en la región, ni siquiera se ha logrado superar la masa crítica y lejos se está de alcanzar la paridad representativa, con excepción de Bolivia, único país en donde las mujeres ostentan el 51,1% de las concejalías municipales del país gracias a la promulgación y aplicación de la Ley de Paridad.
Reconocemos que el ámbito local constituye un espacio de oportunidades para la ciudadanía de las mujeres y sus liderazgos. Sin embargo, la política formal no sólo minusvalora los liderazgos femeninos y los discrimina de las candidaturas electorales, sino que además representa un ámbito hostil para las mujeres, con altas manifestaciones de violencia política en razón de género que han llegado incluso al feminicido en algunos casos.
Nos congratulamos que la Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible incorpore un objetivo vinculado a la igualdad de género y reconozca la relevancia de las mujeres para un desarrollo inclusivo, resiliente y sostenible. En particular, la inclusión de la Meta que exhorta a los Estados a velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles de la adopción de decisiones en la vida política, económica y pública, pone de manifiesto que en la medida en que las mujeres no participen en igualdad en la toma de decisiones, la democracia será incompleta.
Celebramos que la Norma Marco para la Democracia Paritaria aprobada en 2015 por el PARLATINO ha contribuido a dar luz y definir lineamientos específicos sobre los alcances del modelo de democracia paritaria, y que algunos países estén revisando actualmente sus marcos legales y sistemas de cuotas para avanzar hacia un modelo de paridad. No obstante, observamos con recelo que los diagnósticos y monitoreos se centran mayoritariamente en los resultados y condiciones de la participación política femenina a nivel nacional, obviando la realidad y heterogeneidad presente y diferente en los territorios locales, que en términos generales invisibiliza también las condiciones de representación/ausencia de mujeres diversas, particularmente de las indígenas y afrodescendientes.
Y porque, como mujeres líderes del espacio local, nos reafirmamos como ciudadanas de pleno derecho y sujetas del cambio y la transformación, para una gobernanza más inclusiva, basada en el enfoque de derechos, y comprometida con la agenda de género.
Ante estos considerandos, por consenso, hacemos un llamado a la acción, de acuerdo a las siguientes propuestas y requerimientos:
- A los parlamentos nacionales: Los exhortamos a revisar y ajustar sus marcos normativos para garantizar la paridad representativa, reformando las leyes de cuotas hacia sistemas paritarios en los países donde aún no estén establecidos; ajustando y extenuando las vías de escape de los sistemas para garantizar la eficacia de las cuotas o la paridad; y promulgando leyes contra la violencia política en razón de género.
- A los órganos electorales: Apelamos a que se constituyan en un mecanismo de monitoreo y control de la efectiva aplicación de las leyes de cuotas y paridad, así como una instancia que vele por proteger y garantizar los derechos políticos de las mujeres.
- A los partidos políticos: Los exhortamos a reformar sus estatutos y prácticas organizacionales para una democratización interna que favorezca la participación, liderazgos y representación de las mujeres, tanto en sus directivas como en las candidaturas electorales. Los instamos, asimismo, a implementar sistemas voluntarios de paridad cuando el marco legal aún no lo establezca; a incorporar medidas afirmativas para la capacitación política de las mujeres; a perseguir y sancionar la violencia política en razón de género; y a incorporar comisiones de género que contribuyan a incorporar el enfoque de género en las agendas políticas y de gobierno.
- A los organismos internacionales de cooperación: Solicitamos líneas específicas de cooperación orientadas a fortalecer los liderazgos femeninos en la política local; para observatorios de monitoreo de la participación política de las mujeres en los gobiernos subnacionales; como así también para visibilizar y luchar contra la violencia política en razón de género.
- A la academia: Invitamos a que promuevan líneas de investigación específicas que contribuyan a dar luz sobre las dificultades para la participación y representación política de las mujeres en los gobiernos subnacionales, lo cual consideramos relevante para generar conocimiento sobre los déficits de la democracia desde la perspectiva de género.
- A las redes de mujeres munícipes: Como instancia de articulación entre mujeres líderes del espacio local, instamos a que apuesten por estrategias tendientes a fortalecerse como mecanismos interpartidarios de incidencia y control para la protección y garantía de los derechos políticos de las mujeres.
- Al conjunto de la sociedad: Exhortamos para que aboguemos juntos por un pacto social, económico y político a favor de la igualdad, contrarrestando el avance de los discursos antiderechos que se viene dando en la región, y reconociendo al fin, no sólo los derechos de las mujeres, sino también la necesidad de alcanzar la igualdad sustantiva tanto en los procesos de desarrollo como en la vida democrática.
- Al conjunto de mujeres en el poder: Nos (y las) comprometemos a abogar por una agenda política desde el enfoque de derechos, y desde el enfoque de derechos de las mujeres en particular. Porque desde nuestros espacios de poder podemos contribuir al cambio, y porque somos quienes podemos vehiculizar la agenda de demandas e intereses de las mujeres de nuestras ciudades a quienes representamos. De nosotras depende que podamos ejercer liderazgos transformadores que marquen la diferencia.
Agradecemos la cálida hospitalidad de la ciudad de Cuenca y su GAD Municipal, y saludamos la aprobación de la Declaración de Cuenca “Derechos de las mujeres e igualdad de género en la democracia y el desarrollo local: Desafíos hacia la Agenda 2030”, que pone de relieve que los derechos de quienes comportamos la mitad de las poblaciones, son vitales frente a la Agenda 2030, y que los gobiernos locales constituyen una instancia clave para liderar agendas locales comprometidas con la igualdad de género, como primer escalón de gobierno más cercano a la ciudadanía y por tanto insustituible para lograr que los ODS se concreten.
Adoptada en la ciudad de Cuenca, a dieciocho de mayo de dos mil dieciocho.