Rigoberta Menchú Tum disertará mañana por la tarde en la Cancillería argentina en el marco del Foro Latinoamericano por la Identidad y la Integración, luego de ser recibida al mediodía en el Palacio San Martín por el Canciller Héctor Timerman.
El jueves por la mañana, la ciudadana guatemalteca y Premio Nobel de la Paz (1992) hará una visita al Espacio de la Memoria (ex Esma) y por la tarde recibirá el Doctorado Honoris Causa en la Universidad de Quilmes.
El Foro Latinoamericano por la Identidad y la Integración ha sido creado por la Cancillería en 2008 como espacio institucional dirigido al intercambio de conocimientos y puntos de vista sobre las identidades culturales de los países latinoamericanos, y sus perspectivas en materia de integración regional.
El principal objetivo del Foro es estimular el desarrollo de una conciencia regional latinoamericana, en el entendimiento que ella puede contribuir al desarrollo exitoso de los procesos de integración en los que la Región está empeñada.
Prestigiosa activista de los derechos Humanos de Guatemala, Menchú nació en una numerosa familia campesina de la etnia indígena maya-quiché, en Uspantán, Departamento de El Quiché, Guatemala, en 1959.
En reconocimiento a su lucha por la justicia social y reconciliación etno-cultural, basado en el respeto a los derechos de los indígenas, en 1992 le fue otorgado el Premio Nobel de la Paz. Ha sido objeto de otras distinciones, como el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional (1998), y es Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO desde 1996, entre otros reconocimientos.
Integra, junto con otros destacados guatemaltecos, el Comité Guatemalteco por la Cuestión Malvinas, grupo constituido para expresar una “firme solidaridad con el pueblo y gobierno argentinos en su legítimo reclamo por la soberanía de dichas islas y para apoyar, en forma decidida, su demanda de iniciar negociaciones bilaterales para resolver de manera pacífica la controversia con el Reino Unido”, como señala su declaración inaugural.
Cabe destacar que a fines de marzo de este año, pocos días antes de cumplirse 30 años del inicio del conflicto del Atlántico Sur, fue parte del grupo de siete ganadores del Premio Nobel de la Paz que reclamaron al Reino Unido la búsqueda de una "solución pacífica" a la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, a través de la reanudación de las negociaciones conforme a lo dispuesto por las resoluciones de la ONU.
La solicitud de los líderes pacifistas fue traducida a varios idiomas y enviada por escrito al premier británico David Cameron.